De acuerdo a la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, tan sólo una colilla de cigarro tarda de dos a 10 años en degradarse. Pero eso no es lo más preocupante del asunto, sino la toxicidad que van acumulando durante los años. Y es que el acetato de celulosa funciona como una clase de aspiradora que absorbe todos aquellos químicos nocivos que se tope en las calles.
El proceso de contaminación no acaba cuando el consumidor lanza la colilla al suelo o lo pisa, pues éstas son arrastradas hasta las alcantarillas y es cuando se mezclan con el agua hasta llegar a alguna costa mexicana, provocando más problemas a la flora y fauna.
Asimismo, debemos de tener en cuenta que las colillas de cigarros también ocasionan la mitad de los incendios forestales. Lo que da como consecuencia la pérdida de muchísima vegetación, y a su ves dejando sin hogar a miles de especies que habitan en dicho lugar.
En México hay cerca de 17 millones de fumadores y cada uno de ellos consume aproximadamente 125 cajetillas de cigarros al año, que equivalen a 2,540 piezas de ese producto, reveló la Encuesta Nacional de Adicciones 2019.
Referencia:
infobae.com/america/mexico/2020/02/25/por-que-las-colillas-de-cigarro-pueden-ser-mas-contaminantes-que-los-popotes/
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